sábado, 13 de septiembre de 2014

Diez acciones prioritarias a fin de maximizar las oportunidades de las poblaciones en proceso de envejecimiento








1.  Reconocer que el envejecimiento de la población es inevitable y que es necesario preparar adecuadamente a todos los interesados directos (gobiernos, entidades de la sociedad civil y del sector privado, comunidades y familias) para el creciente número de personas de edad. Esto debería realizarse fortaleciendo la comprensión y las capacidades nacionales y locales y estableciendo las reformas políticas, económicas y sociales que se necesitan a fin de adaptar las sociedades a un mundo en proceso de envejecimiento. 



2. Asegurar que las personas de edad puedan vivir en condiciones de dignidad y seguridad, disfrutando del acceso a servicios sociales y de salud esenciales y que puedan disponer de un ingreso mínimo mediante el establecimiento de medidas mínimas de protección social y otras inversiones sociales que prolonguen su autonomía e independencia, prevengan el empobrecimiento en la vejez y contribuyan a un envejecimiento en condiciones más saludables. Esas acciones deben basarse en una visión a largo plazo y deben apoyarse en un firme compromiso político y un presupuesto asegurado que prevenga efectos negativos en tiempos de crisis o de cambios gubernamentales. 

3. Ayudar a las comunidades y a las familias a establecer sistemas de apoyo que aseguren que las personas mayores frágiles reciban la atención de larga duración necesaria y promover un envejecimiento activo y en condiciones saludables a nivel local de modo de facilitar el envejecimiento en la misma comunidad. 

4. Efectuar inversiones en los jóvenes de hoy, promoviendo los hábitos saludables y ofreciendo oportunidades de educación y empleo, acceso a servicios de salud y cobertura de seguridad social a todos los trabajadores, como la mejor inversión para mejorar las vidas de futuras generaciones de personas mayores. Es preciso promover el empleo flexible, el aprendizaje permanente a lo largo de toda la vida y las oportunidades de actualizar la capacitación, de modo de facilitar la integración en el mercado laboral de las actuales generaciones de personas de edad

5. Apoyar esfuerzos internacionales y nacionales encaminados a efectuar investigaciones comparativas sobre el envejecimiento y asegurar que los datos y evidencias, con sensibilidad de género y cuestiones socio-culturales, estén disponibles para basar en ellos la formulación de políticas. 


6. Incorporar el envejecimiento en todas las políticas relacionadas con cuestiones de género, y las cuestiones de género en todas las políticas atinentes al envejecimiento, tomando en cuenta las necesidades específicas de las mujeres y los hombres de edad. 

7. Asegurar la inclusión del envejecimiento y las necesidades de las personas de edad en todas las políticas y programas nacionales de desarrollo. 

8. Asegurar la inclusión del envejecimiento y de las necesidades de las personas de edad en las respuestas humanitarias nacionales, los planes de mitigación y adaptación al cambio climático y los programas de manejo y preparación de desastres. 

9. Asegurar que las cuestiones relativas al envejecimiento se reflejen adecuadamente en la agenda de desarrollo mas allá del 2015, incluido el establecimiento de objetivos e indicadores concretos. 

10. Desarrollar una nueva cultura basada en los derechos humanos de las personas mayores y promover un cambio de mentalidad y de actitudes sociales con respecto al envejecimiento y las personas mayores, que no deben ser consideradas meros receptores de medidas de bienestar social, sino miembros activos que contribuyen a la sociedad. Para esto es necesario, entre otras cosas, impulsar la formulación de instrumentos internacionales de derechos humanos y traducirlos en leyes y reglamentaciones nacionales y medidas afirmativas que contrarresten la discriminación por motivos de edad y reconozcan a las personas de edad como sujetos autónomos.


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